ZOMBIS.
Por
Raúl Cardillo.
Odio
los zombis.Que tema estúpido.Odio el cine de terror.Las novelas y
cuentos de ese genero infantil.
Como
yo,trabajando de encargado nocturno de la Morgue puedo creer en esas
tonterías.Ya he visto de todo acá,los mayores horrores
imaginables,menos que se levanten.
Teniendo
ochenta cuerpos aquí,si creo en zombis sería mejor que buscase otro
empleo.
La
morgue se hallaba en los fondos del hospital,antiguo,de grandes
pabellones.Aquella noche tenía colores extraños.No era totalmente
oscura,gris plomiza,con unas iridiscencias extrañas que parecían
fosforecer. Nada de viento,solo silencio.El mundo semejaba haber
desaparecido.
El
camillero se acercaba con rapidez,pero a los trompicones a la
morgue.No sería extraño que hubiese bebido,mas bién era lo normal
en él.No llevaba camilla con cuerpo alguno,tampoco era raro.
Durante
la noche podía realizar varias visitas al morguero.Sabía que
escondía un par de cervezas en la potente heladera.
Apagó
el televisor,no fuera que siguieran con las películas de zombis.Era
hora de descansar un poco.
Sintió
los golpes en la puerta,el timbre no funcionaba.Bueno otro cliente.
Abrió
confiado para encontrarse con el camillero,ensangrentado de pies a
cabeza.Con los ojos glaucos y emitiendo guturales sonidos.
Este
esta borracho por demás.se cayó y se lastimó mal.
Pasá,pasá
que te curo.Cuando entró a buscar algunas gasas,alcanzó a ver la
puerta de la cámara de frió,donde estan las heladeras,,abriendose y
permitiendo la salida de ochenta muertos,caminando.De la
impresión,casi ni sintió los mordiscos del camillero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario