COMO MUEREN LAS LOBAS.
Por
Raúl Cardillo.
Susy
la pantera fué una leyenda de la zona norte del Gran Buenos
Aires,con mas precisión de la líneas ferroviarias que atraviesan el
territorio,donde se asientan grandes riquezas en sus mansiones,la
residencia presidencial y amplios sectores de pobreza y marginalidad
conviviendo en perversa obscenidad.
Su
campo de acción era puntual,las teteras de las deterioradas
estaciones de aquellos setenta.Para quién ignore el idiolecto Gay,el
termino tetera designaba a los lugares de encuentro sexual entre
hombres.Directo,furtivo,anónimo.Estos podían ser confiterías o
bares,de los mas lujosos a los mas astrosos,también baños
públicos,de preferencia como se dijo,en estaciones.
La
exposición y el peligro eran inmensos,lo que estimulaba la
adrenalina y la testosterona de sus concurrentes habituales.El
almizcle azufrado del deseo era superior a cualquier prevención.
Transcurrían
los peores años de la mas sangrienta dictadura militar.El olor del
miedo,de la descomposcición de los cadaveres insepultos, las fosas
comunes,las hogueras inundaba todo.El dolor y la angustia que
provocaban los que sin mas dejaban de estar para convertirse en una
prolongada ausencia llenaban los corazones de incertidumbre.
En
medio de todo ello,la fiesta oscura,el goce precipitado de aquellos
hombres vivía como podía.Desde las valientes “locas maricas”que
ostentaban su afeminamiento hasta machotes musculosos de pelo en
pecho y barbas tupidas muchos se daban cita allí.
Susy,apodada
la pantera por la resolución de sus cortejos y quizá por lo felino
de su intimidad era tanto buscada como temida y eludida.No era
jovencita ni linda pero una energía seductora emanaba de ella.Solía
travestirse lo que para la época podía significar una sentencia de
muerte.Los que huían de su presencia no lo hacían por no sentir su
atraccion. Su personalidad,fuerte,casi feroz,los intimidaba.
El
resto la buscaba.
La
Loba frecuentaba aquellos lugares,nadie la conocía por ese alias que
era solo privado.Como se denominaba en soledad.
Los
nombres eran lo de menos,ni se imponía dialogo alguno.Solo las
miradas invitantes,los movimientos precisos,la semidesnudez…
La
Loba había estado con Susy la Pantera muchas veces,le gustaba.Los
resultados magníficos.
Aquella
noche espléndida de Luna Llena la Loba estaba inquieta.Sentía la
urgencia del deseo.Quería a la Pantera.Pero dudaba,trataba de
contenerse.Padecía una extraña condición.La llamaba su
enfermedad.Quizá lo fuera.Un mal oscuro.
Cada
noche de luna llena su cuerpo se tranformaba.Un hirsutismo copioso
se extendía por su piel.
Su
facies se transformaba en mandíbula prominente y grandes dientes
caninos.Esta metamorfosis se producía si se hallaba en el pico de la
excitación sexual.En medio del acto.Que culminaba en una sinfonía
de sangre y tripas,en cuerpos despedazados.En trozos de carne humana
desperdigados por los suburbios,lo que era atribuido a las distintas
bandas asesinas que infestaban la ciudad.
Se
decidió y marcho hacia su estación favorita,con un baño
semiderruido,oscuro y alejado de los andenes.
Se
topó con Susy y el acto comenzó.
En
la cima la transformación se produjo.
Menuda
sorpresa se llevó Susy.Tal vez susto o impresión.
Ya
se dijo que Susy era brava muchacha.Intimidaba en ocasiones.No se
arredraba ente nada…
Esa
noche un gato le ganó el combate a un perro.
Apenas
quedaron huellas de sangre,pelos y carne.
Una
humana común venció la batalla contra lo
oculto,siniestro,sobrenatural:
LYCANTROPIA.