Vudú Roman.
Por
Raúl Cardillo.
El
invierno es uno de los mas helados en la Ciudad de Buenos
Aires,muchas personas carecen de dinero para pagar las elevadas
tarifas del gas y para alimentarse correctamente lo que
proporcionaría las calorías necesarias para sostener el organismo
en salud.
Otros
no tienen lo necesario para pagar los alquileres en constante
alza,terminan en la calle,donde muchos han muerto de frío.
No
es el caso de la familia haitiana que pagó el hotel por
anticipado,es un matrimonio y cinco hermanos,de el o de ella.No se
sabe bién.
Estuvieron
contentos de haber podido llegar a la Argentina,donde parecen
tratarlos bien,sin discriminarlos como en otros países hasta esa
madrugada cuando una cantidad de policías irrumpe en las dos
habitaciones que comparten,revuelve sus pertenencias,exige sus
documentos y procede a desalojarlos,con la vaga excusa de ordenes
judiciales que no muestran y falta de papeles inmigratorios en regla.
Quedan
en la vereda del hotel en el preciso momento en que comienza a llover
y luego a caer un agua nieve,pequeñas escamas de hielo,con una
temperatura de cero grados.
Los
hermanos se dispersan y ella queda con el.Ella es alta y muy bonita
como toda haitiana,delgada,pero con una prominente panza que anuncia
la llegada de un niño.
Antes
del amanecer ella comienza con dolores intensos,un frío mortal y
temblores de pies a cabeza,a punto de una convulsión.
El
hombre consigue que llegue una ambulancia,con la ayuda de unos
travestis que trabajan en la zona,ya que ningún vecino se acerca.
En
el hospital surge una discusión acerca de los papeles,que fueron
retenidos por la policía,sin los cuales es imposible la internación
que llega a su fín ante la inminencia del parto,prematuro según
el,y el traslado urgente al quirófano.
Todo
lo que puede salir mal,sale mal.Carencia de materiales,de drogas
anestesicas,negligencia del personal.
Nace
un niño que a los pocos minutos fallece.
La
mujer se incorpora en la camilla y con un ancestral grito cae sin
vida,pese a las torpes maniobras de reanimación intentadas.
El
camillero recibe la orden de llevar los cuerpos a la morgue con la
recomendación de no tocarlos para nada ya que tendrán intervnción
judicial.
El
hombre deseperado sale a la calle donde aún es de noche y llueve
hielo.
En
la morgue los cuerpos quedan sobre la camilla,es temprano y el
morguero todavía no ha llegado aunque el empleado desconoce si los
días Sabados lo hace.
Quedan
solos los muertos hasta que un joven negro vestido de blanco con un
curioso sombrero en su cabeza se acerca a la camilla.Una luz
crepuscular lo rodea.Hace lo que parece una oración sobre la cabeza
de ella y luego,antes de desaparecer en la nada,se dirige al bebe con
solo una palabra,-ALONS-
Algunos
minutos transcurren en silente quietud,hasta que el niño comienza a
moverse...no habla,quizá solo piensa…
-Ma
mere,Mamá Erzulie,mon pére le Barón Samedí m·apelle…
La
mujer antigua descendiente de babalaos ya ha emprendido el viaje
hacia su madre Mama Erzuli,loa del amor…
El
bebé descubre el pecho de su madre,al abrir la boca exhibe una
inusual dentadura cónica y filosa.Arranca una parte del pecho,que
aún sangra y la devora.
Será
la forma de llevar a su madre terrena con el.De hacerla perticipe de
la venganza.
Trepa
sin esfuerzo a la salida del conducto de ventilación.Sus pequeñas
manos y pies son potentes garras.
El
resto será solo sangre.
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