Lo mas practico eran
cuerpos de niños.Podía hacerse con adultos desde luego,en especial
con hermosas jovenes,muy frescas,recientes...pero el traslado se
complicaba más.El rastreo en morgues y hospitales funcionaba bién,lo
que había que alternar era la cantidad de cementerios visitados,no
mas de dos veces el mismo.Un dato que era desconocido por el
publico,pero que nosotros no ignorabamos,era la existencia de una
división policial dedicada a Investigaciones paranormales que nos
tenía entre sus objetivos.
Uno
de nuestros informantes en el Hospital de niños nos informó,estos
eran los mejores casos por la ausencia de reclamo familiar,de un
pequeño proveniente de un Instituto de Seguridad,que iría al sector
de indigentes del Cementerio del Oeste.Nos alegramos,ya que por la
extensión del lugar y la falta de seguridad considerabamos nuestro
mejor coto de caza.No hubo problemas en la extracción y traslado del
cuerpecito,que se veía muy frágil y menudo.
Los
rituales fueron los mismos de siempre,las violaciones,mutilaciones en
las que curiosamente brotó abundante sangre y letanías
sombrías,comunion con sangre y fluídos.Esa rutina liberaba la
eenergía densa y oscura que bebíamos con avidez.
Con
postre afán,el circulo de fuego que cerraba el vortice maligno
abierto y destruía para siempre la materia utilzada.
Pero
esta vez algo sucedió…
“Satanas”Carrillo
superaba con creces la trayectoria del celebre Petiso Orejudo,asesino
de niños,con diez años que parecían muchos menos.había asesinado
a sus padres,a varios niños del barrio,a gatos y perros callejeros y
a uno de sus abuelos que lo habían tomado a cargo por decisión
judicial.Con su abuela tuvo una relación muy intensa y cercana.La
mujer,se hacía conocer como bruja y ante varias situaciones extrañas
en el barrio,terminó encerrada en un manicomio.
El
niño al quedar solo fué recluído en un Instituto de Minoridad,de
maxima seguridad.Manifestaba que prefería que lo maten,ya que
volvería.
Luego
de una extrañas fiebres,hipertermias de mas de cuarenta y un
grados,fué trasladado al Hospital de niños donde murió a los pocos
días,siendo sepultado en el sector de indigentes de la inmensa
necropolis capitalina.
Las
llamas parecieron estallar en una inusual fosforescencia.
El
niño se incorporó.
Dotado
de una fuerza feroz devoró partes de los ritualistas del Mal.
Con
sus propias pequeñas manos,terminó el trabajo con rapidez.
Luego
pareció insuflar fuego sobre los muertos que comenzaron a que marse.
Al
terminar,parecía mas alto y robusto.Solo dijo,Gracias mis fieles.
Abandonó
la casa que también acabó reducida a cenizas.