ESTRICNINA,CERVEZA Y
GIN.UN TRAGO...QUE MATA.
Por
Raúl Cardillo.
Alicia
caminó por varios días en ese pueblo de la provincia de Buenos
Aires,compraba aquí y alla algo para comer hasta que se quedó sin
dinero.Dormía en la estación de un tren suburbano,donde al
parecer,las cosas estaban tranquilas por la noche.Por las mañanas se
trasladaba a la Capital a la búsqueda de algún trabajo,pero carecía
de referencias.Solo había trabajado en el campo,en su lejana
provincia natal.
Comenzaban
los fríos intensos y ya desesperaba de encontrar una salida,cuando
Doña Pancha la descubrió.Era una vieja simpática,de talante alegre
y le ofreció una cama y comida en su vivienda.A cambio de que la
ayudara un poco con las cosas de la casa.Vivía sola con un hijo que
no molestaba para nada.
El
muchacho tendría unos veinte años,era tímido y callado pero lo que
Alicia no hubiera sospechado es que tendría que compartir la
habitación ofrecida con el.Desconfiaba pero como estaba tranquilo lo
dejó pasar.Captaba sus miradas furtivas y era evidente que el chico
por las noches,jadeaba y se sacudía en su cama.Quizá nunca hubiera
estado tan cerca de una mujer joven y buscaba aliviarse solo.
Se
veía obligada a dormir vestida.
No
le importó,ya había soportado a sus hermanos que la penetraban de
la peor manera,luego de acuchillar a uno de ellos tuvo que escapar de
su pueblo.Ahora estaba aquí.Se fué quedando.Afuera el frío dolía.
Lo
peor es que a medida que pasaba el tiempo la vieja se hacía mas
déspota y exigente con el trabajo que le imponía.Sin retribuirla
con nada,con la comida cada vez mas escasa.
Comenzó
a odiarla.La vieja se ausentó unos días y lo aprovechó de cierta
manera.
Esa
noche con el joven ya acostado,pero despierto aunque trataba de
disimularlo,se desnudó completamente,de forma ostensible y con la
luz encendida.Se acostó y comenzó a suspirar y a tocarse sus
partes.
Sentía
desde su cama,el alerta y la exitación del chico.
Lo
llamó,solo una vez.El se tiro,estaba desesperado,se lo hizo una y
otra vez hasta agotarse.
Ella
descubrió varias cosas.El muchacho era mucho mas locuaz de lo que
parecía.Odiaba a su madre que entre otras cosas era una vieja
pervertida,que lo había molestado durante su infancia,y tacaña que
nunca le compraba nada a pesar de guardar en su habitación joyas y
dinero en efectivo.Esta novedad refulgió de una manera particular en
la mente de Alicia.Prometió ayudarlo.Se desharían de la vieja y
escaparían juntos.El se alegró,sellaron el pacto y como festejo
ella se la chupó el resto de la noche,como la obligaban a hacerlo
sus hermanos.
Al
día siguiente regresó la vieja siniestra.Enfurecida,gritando y
agitada,ya que era una gran fumadora con sus pulmones arruinados.
Todo
se hizo fácil.Con unas botellas le aplastaron el cráneo entre
ambos.El joven no cabía en si de su goce.Abrieron la pieza de la
difunta y efectivamente la fortuna oculta era mucho mayor de lo
esperado.
Esa
noche festejarían juntos,con cerveza que la madre no le permitía
tomar y le había prometido algo especial,lo que el quería en la
cama,lo que mas le gustaba.
Entre
las pocas pertenencías que había traído del campo había una
sustancia que se usaba para las plagas.Siempre pensó que sería para
ella si todo salía mal.Estrictinina.
La
preparó con la cerveza y un chorrito de gin,de una petaca que había
adquirido para el caso,no fuera que el sabor pareciera sospechoso.
Fueron
a la cama y lo excitó por demás,se puso boca abajo y le dió esa
pequeña puerta que el tanto queria.En tanto el ardor aumentaba,le
fué haciendo tomar el brebaje.
Antes
de acabar,cayó al suelo jadeando,por otros motivos esta vez y con
los ojos saliendo de su rostro.A los pocos minutos ya no respiraba.
Alicia
se baño,se vistió bien con algunas ropas buenas de la vieja y
tomando todo el dinero y las joyas emprendió el viaje hacia la buena
nueva vida que se merecía.
No
se molestó en limpiar.
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