LA
VIEJITA.
Todos
conocían en el barrio a la viejita.La abuelita como le
decían.Ignoraban su nombre.Era muy raro que intercambiara palabras
con los vecinos,saludaba con una amable sonrisa y una leve
inclinación de cabeza,lo que le valía la simpatía de la gente.
Algunos
comerciantes creían que su nombre era Doña Carmen.Compraba
alimentos y productos varios en el almacén,no parecía gustarle
hacer las compras en alguno de los supermercados,y en la carnicería.
Carne
picada,cortes aptos para mascotas eran su adquisición habitual ya
que era muy amante de los animales domesticos. Se la veía siempre
recogiendo algún perro o gato abandonado,incluso trayendo otros de
alguna distancia.
-Los
curo y los regalo,o los llevo a un santuario protector de animales -
Supo
manifestarse en oportunidades,ante varias personas con las que se
cruzó portando algún animalito,como si se justificara por sus
actos.
Con
lo que se ganó la reputación de bondadosa.
Vivía
en una casa de alegres colores con un pequeño jardín al frente,en
el que no faltaban un par de coloridos enanos de piedra.
Nadie
conocía el interior de la casa,ya que la anciana,a pesar de su
amable dulzura,no tenía amigos ni visitantes,dentro ni fuera del
barrio.
Quizá
tuviera una vida social lejos de alli,se la veía salir por muchas
horas.
Esa
era toda la información popular,producto del comadreo,el
chusmerio,el fisgoneo o como se llamara.
Las
horas perdidas de la siesta,las casas bajas,cuyas ventanas nunca
dormían del todo,los latigazos del calor propiciaban la observación
como al pasar,sin querer,minuciosa dentro de la tediosa indiferencia.
La
viejita se veía siempre muy limpia,con ropa de otras épocas
luciendo como nueva,indicando un prolijo cuidado,de colores claros y
suaves,
bien
combinados.Sus ojos celestes transmitían bondad,su sonrisa,propia o
protésica era pródiga y sus cabellos blancos siempre peinados hacia
atrás,aunque a veces algún mechón largo,sedoso caía
descuidado,dándole un inesperado toque juvenil a su rostro.
Este
era el personaje.Visible.Si se hubiese indagado,nadie podría decir
que la conocía,mas allá del detalle superficial.
Se
entraba a un amplio living comedor,con un sofá gastado,una antigua
mesa-libro de barniz oscuro,algunas sillas y un aparador,mueble en
absoluto desuso,con copas y vajillas guardadas tras sus vidrios.
Un
festival vintage dirían ahora,aunque dudo que alguien conociera las
palabras aparador o mesa libro.
Una
gran imagen de la Virgen dominaba el ambiente,desde un pequeño
altar,delante de un cuadro representando La Pietá,con la Virgen
sosteniendo el cuerpo inerte de su hijo.
Lo
incongruente era una mesa de madera basta,repujada,con manchas
oscuras.
La
viejita tomó un manto blanco,colocándolo sobre la mesita y comenzó
a recitar una versión abreviada de las letanías de la Virgen.
Finalizado
los tres últimos avemarías,retiró el manto colocando sobre la mesa
un fino y filoso cuchillo de plata.
Un
hermoso gato blanco que permanecía tranquilo a sus pies también fue
dejado sobre la mesa desnuda.
Con
un certero,fortísimo golpe,el gato fué decapitado.La viejita aun
farfullaba ininteligibles oraciones mientras la sangre manaba de las
yugulares abiertas del gato.
Tomando
ambas partes del cuerpo se dirigió a la cocina.
En
la oscuridad del sótano,una sombra se arrastraba gruñendo.
La
trampilla se abrió y el recipiente con la comida,arroz y carne,fué
arrojado.La cosa se abalanzó,rugiendo para sorber los alimentos como
una bestia voraz.
En
una mínima terraza,fuera de la vista desde el exterior,reposaban dos
jaulas-trampa con varios recipientes llenos de alpiste,semillas y
agua clara.Cuando un pájaro entraba,la puerta de la jaula caía y el
ave quedaba encerrada.
Dos
animales habían caído,la viejita los encerró en una canasta y
dispuso la trampa abierta para nuevas presas.
Bajó
a la cocina,encendió la cocina,arrojando a los pájaros sobre la
hornalla,mientras los atravesaba con un pincho para carne.
Puso
la olla para la polenta.
Hoy
tiene polenta con pajarito,no va a decir que no lo alimento.
La
carne de vaca la reservaba para ella o algún animal que no fuera
sacrificado de inmediato.
Los
gruñidos podían ser de alegría?tal vez si alguien pudiese ver a
través de las sombras del sótano,diría que sonreía?
La
viejita solía pasear por el sector mas viejo y abandonado del
cementerio donde se refugiaban algunos animales abandonados,
levantó
dos gatitos cachorros,no había gata a la vista.
Cruzó
el panteón de nichos donde nadie se aventuraba,las losas rotas
mostraban ataúdes destruídos por el tiempo con sus amarillentos
restos óseos al descubierto.Tomó algunos para el puchero que haría
con el perro,ya despellejado.
Los
gatitos quedarían para el guiso de mañana.
La
puerta del sótano tenía doble cerradura y la del cuarto donde la
bestia vivía,un grueso candado que nunca se abría.
Las
pocas veces que,por obligación debía limpiar la celda,llena de
detritus y restos descompuestos de comida,ponía un potente somnifero
en los alimentos.
Mientras
aquello dormía,limpiaba con manguera y escoba todo,incluido el
cuerpo dormido,negro de mugre.Ahuyentaba a las alimañas que podían
haber anidado,dejando todo cerrado con cuidado al terminar.
Quizá
fuera intuición,robo al voleo,inspiración de San La Muerte de quién
ambos eran devotos pero los datos resultaron ciertos.
Del
barrio nadie podía haberles informado,porque como se ha dicho era
muy poco lo que conocían de la viejita y su casa era un absoluto
misterio para todos.
Revolvieron
un poco la casa,pero lo mas obvio resultó lo cierto.En el dormitorio
con la gran cama con dosel en el centro y los roperos llenos de
antiguas ropas,encontraron lo que buscaban.Un baúl de mediano tamaño
contenía los cofres con joyas de oro y piedras preciosas,la fortuna
era incalculable a simple vista.En ordenados fajos reposaban euros y
dólares.
Colocaron
todo en las mochilas,antes de dejar el cuarto una gran foto enmarcada
llamó su atención y casi los hizo vomitar.
Una
joven de unos veinte años,con el bello rostro que todavía podía
adivinarse en la viejita abrazaba a un...un...niño?
Nunca
pensaron que podía existir vivo semejante monstruo.
Un
cuerpo esquelético coronado por una cabeza verdosa,de ojos
saltones,gran boca y con un costado deformado como una efigie de cera
que se hubiera derretido.Si se buscase alguna similitud con
algo,podía decirse que era un sapo...con la mitad de su cabeza
aplastada.
Asqueados
buscaron la puerta para marcharse,pero los retuvo un ruido que
parecía provenir de las paredes.Tantearon y en un falso armario
encontraron la puerta al sótano.
Pensando
que podía haber mas valores,hasta enterrados,rompieron la puerta y
bajaron.No llevaban armas de fuego,sí todo tipo de herramientas.
En
el sótano los recibió el silencio y la oscuridad,con un terrible
hedor inundando todo.No hallaron interruptores de luz,lo que no fué
necesario,llevaban potentes lamparas.
Descubrieron
la puerta de hierro.
Una
cripta.Eso es una cripta.Hay mas joyas.
Las
joyas de la abuela,de la abuela de la abuela.
Rompieron
el candado.
Eso
se arrojó sobre ellos.Con increíble velocidad,bajo su pátina de
negrura reconocieron al monstruo de la foto.Con asco y horror apenas
advirtieron que morían aplastados por las barretas y martillos que
llevaron para su trabajo.
La
viejita cruzó la calle sonriendo,llevaba las ricas provisiones.Al
llegar a la casa notó algo fuera de lo normal,al probar las llaves
vió que la cerradura estaba forzada.Entró alarmada,no podía llamar
a la policía.De ninguna manera podía dejar que la policía entrara
en su casa.
La
peor sorpresa de su vida la paralizó de miedo.
Se
había lavado y bañado poniéndose ropas limpias,las que la viejita
conservaba sin saber porqué de su antiguo marido,el padre de...eso.
El
cuchillo de sacrificar animales relucía en su mano derecha.
Mamá,porque?
Fueron
sus unicas palabras.
La
anciana madre de aquel pobre ser saltó en exabruptos,lo acusó de
arruinarle la vida,de haberle hecho perder amigas y familia,por sobre
todo a quien fué el gran amor de su vida que la abandonó al ver lo
que habían engendrado para aparecer ahorcado un mes después.
No
quería matarte.No podía hacerlo.Quería vengarme.Que sufrieras la
soledad...
Sin
pena ni odio.Sin emoción alguna,la degolló.
Mas
tarde se ocupó de limpiar todo,descuartizar los cadáveres y poner
las piezas en la heladera.
Tenía
carne para varios días mientras pensaba,respiraba un poco de aire de
su falsa libertad.No se engañaba,no había lugar para el afuera.
Decidiría
lo que haría.Le gustaría una gran hoguera.
Llamas,calor
y luz.
El
viento soplaría sobre las cenizas.