Sola en la multitud.

Sola en la multitud.
Ausente para mi muerte.

martes, 4 de octubre de 2016

LOS BUENOS VECINOS SON LO MEJOR.



El error del ladròn,antes de huir,con el botìn de quinientos pesos embolsado y con sus vìctimas suficientemente intimidadas,fuè tocarle el culo,asì como quien no quiere la cosa,a Pampita,apodada asì por su lejano parecido con la agraciada modelo,empleada y amante del carnicero asaltado,infeliz esposo de La tanque,apodada asì por su cercano parecido con un blindado Sherman,logrando enfurecer al
Sanguinario,apodado asì por su antiguo oficio de matarife en el principal frigorìfico del tranquilo pueblo de Zopencos.Su primera reacciòn iracunda consistiò en arrojarle un cuchillo grasiento y ensangrentado que no diò en el blanco.Luego,al ver que el delincuente subìa a una Gilera ùltimo modelo,donde un còmplice lo esperaba,poniendo distancia,tomò las llaves del 208 que guardaba sobre la caja y montò en su vehìculo corriendo tras ellos.A la vez que los perseguìa sin perderlos de vista,se comunicaba con su nextel con vecinos y amigos.
Como si una parte importante del pueblo se mantuviese en alerta,dispuestos a una cacerìa humana,en instantes se formò un nutrido grupo que,como en un bizarro rally,corrìa detràs de la moto.
Se oyeron disparos que todos dieron por sentado provenìan de los motochorros,pese a que varios de los buenos vecinos iban armados.En un recodo del camino temieron haberlos perdido,pero enseguida volvieron a tomar contacto visual con el target,la moto rojo brillante.Pero algo malo habìa sucedido,ún solo chorro la tripulaba,.El grupo de justicieros redoblò la marcha y sobre la avenida que bordea el rio antes del puente,el carnicero logrò atropellar a la moto,volcàndola y aplastando al ladròn contra un poste de alumbrado.El hombre,joven,tendrìa una pierna y la cadera,quizà el torax fracturados ya que no podìa moverse lo que no impedìa que gritara y llorara pidiendo auxilio.
A lo largo del trayecto,de una veinte cuadras,no se cruzaron con policìas ni patrulleros.Tampoco con prefectos,los que poco tiempo antes fueron retirados de la seguridad urbana,limitàndose su jurisdicciòn a la zona portuaria y que tienen una importante base,con escuela de instrucciòn,en la zona.
Un grupo de treinta hombres y mujeres rodearon al inmovilizado ladròn.Uno enarbolaba un bidòn de nafta y proponìa quemarlo,cual si fuera una bruja medieval.No por favor no,exclamò el damnificado carnicero...yo primero,traìa entre sus manos un largo caño con el que empezò a golpear al muchacho,al tiempo que lo pateaba.Luego de respetado el derecho de pernada,los treinta se turnaron para torturar al joven,hubo cigarrillos encendidos,saliò una Taser que se utilizò varias veces.Inùtil es mencionar los gruesos insultos,solo interrumpidos por los gritos del chico,lo que provocaba gran alegrìa entre el populacho reunido.
No faltaron los celulares que registraban el acontecimiento,queriendo publicarlos de inmediato en las redes.
De pronto un joven rubio,conocido mèdico anestesiologo de la ciudad,alzò su voz demandando la interrupciòn del martirio.
Se sumò una pulposa cuarentona,de cabellos rubios aunque era conocida como la Negra,esposa de un pastor evangèlico.
-ESTO NO PUEDE SEGUIR...PAREN POR FAVOR!!!!!-
-En cualquier momento llega la policìa,tenemos que rajar-
-Tienen mucha razòn,vamos...pero esto no termina acà..-terciò un viejo flaco,el funebrero y tanatopractor Don Raùl,mirando fijamente al ladròn que gemìa en su trampa,semiinconsciente.-Tengo el furgòn acà...-
-Llevèmoslo a mi campo,tengo un galponcito que nadie usa,vamos-
Intervino la gorda Patricia,fuerte chacarera de Zopencos.
Mas ràpido que lo que tarda decirlo,lo subieron al furgòn fùnebre y desaparecieron.
A los diez minutos llegaron varios mòviles policiales,que se abocaron a buscar huellas entre el poste inclinado y el charco de sangre.


El escàndalo que se produjo fuè mayùsculo llegando hasta altos funcionarios del gobierno.El carnicero fuè detenido y liberado a las pocas semanas,sin cargos en su contra.
Las versiones eran muchas y contradictorias.Se dijo que el joven habìa muerto,pero no habìa cadàver alguno.Se rastrillaron los campos vecinos,se dragò el rìo,se averiguò en las morgues de toda la regiòn sin descubrirse cuerpos sin identificar.La indagaciòn en las guardias hospitalarias y de centros privados no detectò personas heridas con las caracterìsicas buscadas,llegàndose a la conclusiòn que los jovenes motochorros habìan escapado a piè o robando algùn vehiculo,hecho que tampoco se denunciò.
Los vecinos parecìan haber estado todos en sus trabajos o en sus casas.Nadie viò ni sabìa nada.
El caso se cerrò provisionalmente hasta que se cumplieran los plazos previstos para archivarlo.


El Comisario Menèndez se mesaba sus pocos cabellos con el memorandum de traslado en sus manos,designàndolo como Jefe del destacamento de La muertita,en el sur de la Provincia de Buenos Aires.
-Son unos pelotudos,si yo les dejè la zona para que laburaran tranquilos,el carniza ese era pan comido,como robarle el chupete a un bebè...ahorà donde se metieron...,ma si que se arregle el que venga,ya radiè la captura que librò el juez...que pasò con el presunto linchamiento,nadie viò nada y el carnicero saliò...que este pueblo de mierda se quemè...-


El Padre Von Voegel,pàrroco de la ciudad,quien guardaba como in tesoro una cuidada pistola Glock de nueve milimetros con sus municiones y defendìa en secreto el derecho a la defensa propia y la bùsqueda de justicia,aunque jamàs utilizaba la palabra venganza,ya que esta pertenece al Señor,segùn las escrituras,accediò a oficiar una misa privada a pedido de Sandra,la madre del ladròn desaparecido,quien aseguraba a quien quisiera escucharla que su hijo habia sido asesinado con la complicidad de todo el pueblo.
Sandra fuè escuchada por el juez interviniente,se le diò espacio en algunas radios,la recibieron funcionarios pero sin cuerpo ni pruebas que corroboraran sus dichos,todo fuè inùtil.
La misa se celebrò en la capilla de la pobre barriada de la periferia norte donde Sandra vivìa con sus hijos.

Pasado el cimbronazo de tales hechos el pueblo volviò a la apacible rutina cotidiana.

El galponcito era un tinglado de paredes de material y techo de chapa,dentro se arrumbaban herramientas de todo tipo en desvencijados armarios metàlicos.Una enorme mesa de madera,tipo banco de carpintero dominaba la estancia.En ella se mantuvo con vida al ladròn mientras se esperaba que se calmara el avispero.
Todo durò cerca de un mes.
Durante ese lapso el anestesiòlogo se encargò del estado vital del cautivo.Utilizò sueros,alimentaciòn parenteral y monitoreo de su
actividad cardiocirculatoria y respiratoria.
Un antiguo marino,dueño de una empresa de seguridad privada,conocido como Peter y ex-oficial de la Esma en èpocas de la dictadura militar,asesorò en las torturas,tarea en la que rotò parte de los ciudadanos de Zopencos.
Se utilizaron la siempre ùtil picana elèctrica,otras clàsicas como el submarino seco,los golpes con instrumentos varios,la violaciòn con material ad hoc y otras muy innovadoras,fruto de la imaginaciòn de los participantes.
Cuando todo terminò,Don Raùl,el funebrero,se encargò del destino final de los restos,entre la marea anònima de cadàveres que circula por ahi,como dotados de una ambulante vida despuès de la vida.


Raùl Cardillo.
20/9/16
Para Los Verdugos.

















No hay comentarios:

Publicar un comentario