Sola en la multitud.

Sola en la multitud.
Ausente para mi muerte.

martes, 30 de septiembre de 2014

EL PACTO.







Alicia entró a la habitación,teñida de una penumbra amarillenta,con la decisión e indiferencia con que se encaran las tareas cotidianas.Tarareaba en su mente una canción romántica y triste,de pegadizo ritmo tropical ,mientras trituraba eternamente una goma de mascar con sus dientes bellos.Su boca era vulgar y hermosa,común y perfecta,sus labios casi morados de tan oscuros eran delicados.Sensuales,lejos del prototipo de una belleza grosera.
Flaca y morena podía parecer sin gracia,era en realidad hermosa y atractiva,su energía se desprendía de ella como una fuerza de la naturaleza sin precisar de redondeces ni abundancias.Elegante y perfecta no pasaría inadvertida,aunque su actitud y su rol humilde de mucama la quisieran signar como un sombra que pasa.
El cuerpo delgado y consumido del Señor Fernández yacía en su cama,arropado con desprolijidad.Inmóvil y respirando débilmente,semejaba un ejemplo de fragilidad.Alguien extenuado hasta lo último.
Alicia sabía que no era así,que el Señor Fernández,a pesar de su enfermedad terminal poseía una gran energía y se hallaba en plena lucidez.
Con delicadeza acomodo el cuerpo dormido,no era su intención despertarlo,pero su natural proceder era tan suave que difícilmente sucediera.Volvió a poner en orden las sabanas y frazada ,dirigiéndose luego hacia la ventana a fin de descorrer las cortinas,ya que era la hora en que el Señor Fernández se levantaba o comenzaba a prepararse para ello.
Una luz difusa se adueño de la estancia,las ventanas eran de aquellas levemente opacadas.El resultado fue una luz blanquecina que tampoco resultaba muy alegre.Recordó de pronto uno de los dichos,sentenciosos,del Señor Fernández.
-Sin bien los ojos están en el rostro,miramos con nuestro interior,la mirada suele estar en el corazón.
Así como estemos,así veremos-
El Señor Fernández era una persona muy inteligente,aunque a Alicia se le escapaban muchos de los sentidos de su charla.Había vivido una vida muy intensa y de muchas experiencias,adquiriendo a la vez gran cultura.

Ahora fatigaba la espera de la muerte en aquella clínica.
Alicia se había sentido atraída desde un principio por esta persona,una especie de curiosidad la impulsaba a mirarlo.Creía ademas que había sido un hombre de gran apostura,aun en la vejez y el deterioro de su mal conservaba un extraño atractivo.
Poco a poco comenzaron a hablar,a la intrascendencia de la charla sobre lo efímero de cada día,lo distante de lo grandioso y la minima anécdota de lo personal ,el Señor Fernández fue agregando otros temas.Podría decirse que fue dirigiendo las conversaciones,encauzándolas hacia la solidez de un sentido.
Facilitando que el habla fluyera.
Alicia salia ya de la habitación numero veinte,ocupada por el Señor Fernández cuando tuvo que volverse vivamente al escuchar su voz,de una sonoridad profunda y juvenil.
-Tenes que perdonarme mi engaño de hoy,la farsa a que te sometí-
Alicia lo miro a los ojos,que a veces la intimidaban,ya que poseían una intensidad no habitual sin entender lo que deseaba decirle.
-Hoy-sonrió,con una sonrisa simpática que prescindía de prótesis.
-Hoy ,cuando me moviste,cuando acomodaste mi cama,cuando tus manos me tocaron...estaba despierto,alta e intensamente despierto-
-Si-respondió Alicia con el sentido de este dialogo todavía evaporándose por las nubes.
-Quise realizar un pequeño ensayo,si habláramos en términos teatrales.Un zafarrancho si optaramos por los militares-
-Precisaba saber el peso o la levedad,la indiferencia o la sensación,el tacto o la apatía,la emoción o la anomia que se sienten al ser un cuerpo.Solo eso.

Dormido o muerto.Un objeto puro sometido a la acción ajena.
En este caso,ensayado,el acto de tus manos y su efecto sobre las cosas como un cuerpo inmóvil.
El mio propio.Yerto como muerto.Ardorosamante sensible.
Alicia algo acostumbrada a las parrafadas del Señor ,tradujo todo a una sintesis clara.
En tren de bromista ,el Señor Fernandez se habia hecho el dormido,bien eso era todo.
Se despidió agradable y respetuosamente del paciente,para dedicarse a las otras ocupaciones que la esperaban.
Atendía al Señor Fernández con una amabilidad especial,en parte por la afinidad que sentía desde un principio y también como agradecimiento por la gran cantidad de regalos que había recibido de el.
Era habitual que los pacientes hicieran regalos,incluso dinero como propina,pero en el caso de lo ofrecido por el Señor Fernández a Alicia ,la cantidad y valor habían superado la linea de lo prudente.
A las conversaciones de cada día siguieron,tímidos regalos comunes,algún chocolate o golosina,una flor,una tarjeta para un evento como el día de la mujer o lo que fuera.
Luego,el valor y la cantidad de lo ofrecido fueron aumentando.Desconcertada al principio,Alicia lo fue aceptando todo.En especial cuando los regalos se hacían cada vez mas,en elementos que eran muy necesarios.
Aquel día en que la llamó mi Margarita,,sin que Alicia descifrara porqué ,llegó a aceptarle dinero.
El símbolo por excelencia de nuestra cultura ,discretamente entregado en un sobre.
Alicia como muchos,como tantas mujeres pasaba grandes necesidades,con la decisión de resolverlas mediante el trabajo honesto,dentro de la paradoja de nuestra sociedad que quienes trabajan
porque no desean delinquir lo hacen habitualmente como asalariados de criminales varios del capital,
dueños de "prosperas empresas",explotadoras y especuladoras.
De alguna manera el Señor Fernández lo había notado,intuido,observado o adivinado.
Y había comenzado con los ofrecimientos,y su amabilidad y su comprensión...y su tentación.
El ultimo de los obsequios no era de tan primera necesidad.Un espejo,cualquiera posee un espejo.
Pero a este,el Señor Fernández parecía asignarle un valor especial.
-Sabias Alicia que pocas personas pueden verse a si mismas,por mas que se miren en espejos,en realidad
ven una imagen de si mismos-
-Este espejo es verdadero,o sea mágico,hace que cada uno se vea como realmente es.Tiene una luz propia,y eso hace la diferencia-
Alicia lo colgó en su casa sin que nada raro pasara,no lo atravesó hacia otro mundo ni se convirtió en una especie de retrato de Dorian Gray.Simplemente le devolvía lo siempre visto.
Días mas tarde el Señor Fernández empeoro su estado de salud,haciéndose notorio que se acercaba el previsible desenlace.
Mantuvieron una conversación que resulto postrera.
El Señor Fernández,Lucio Fernández,deseaba ofrecerle un pacto.Si un trato de amigos,informal,aunque seria refrendado con un papel legal.
Ya que Alicia  aceptó todos sus regalos con gusto y el Señor Fernández se los  ofreció con placer como único reconocimiento posible,como manifestación al profundo amor que sentía por ella;el
pacto final que los uniría consistía en un legado.
El Señor Lucio Fernández legaría todos sus bienes a la Sta. Alicia Fontana,quien los aceptaría y se haría cargo de ellos,disponiéndose luego a administrarlos a su parecer.
Como la fortuna del Señor Fernández era incalculable,ni el mismo conocía hasta adonde alcanzaba.
Cual era la vastedad y extensión de sus territorios.Alicia seria la encargada de explorar esas comarcas.
En eso consistía el pacto.
Firmaron,dos familiares de pacientes que se hallaban casualmente en el lugar sirvieron como testigos.
Alicia embargada de emoción y alegría salio del sanatorio al concluir su guardia,sin creer como podía tener tanta suerte.
Pocos minutos después del retiro de Alicia,el Señor Lucio Fernández fallecía.
Alicia caminó las dos cuadras de siempre hasta la parada del colectivo,estaba tan entusiasmada que omitió protestar contra la tardanza del bus,como era su costumbre.La linea era bastante deficitaria.
Le extraño que no se hubiera juntado un grupito de pasajeros esperando al godotiano transporte,bueno a veces sucedía asi.
Pronto tendría su auto,con chofer tipo Kevin Costner guardaspalda,bien dotado claro.Sonrio pensando que al viejo Fernández ni siquiera habia precisado darle un pellizcón en el pete,a ver si se reanimaba.
Realmente tenia encanto y clase,no necesitaba hacer la puta.Ahora la esperarían los Bradpitt y Colinfarrell y Kevincostener de turno,con sus vergas duras,enormes y movedizas.
Tambien viajaría en Jet,había posesiones en España,Francia...y Damballah Inframundo...¿Eso donde carajos quedaba?
El jodido colectivo seguía sin venir,lo que llamó su atención fue un vehículo que se acercaba a mediana velocidad,sin entender de autos se hubiera arriesgado a decir que era un Porsche o un Ferrari,habia visto fotos en revistas.Aunque en este caso negro y lustroso.Al acercarse mas ,al lugar donde esperaba parada le asombro reconocer al chofer.

Mejor dicho el parecido que este tenia con el Señor Fernandez.Claro estaba impresionada,sugestionada por todo lo que pasó.
Se sobresaltó vivamente por el escándalo furioso que producían dos enormes Rottwailer negros peleando en la esquina.Era algo sangriento,cruel,asqueante.Mordiscones horribles,coágulos y espumarajos.
Cuando volvió a prestar atención a la parada,el coche,Porsche o Ferrari,no importaba ya, iba hacia ella a la velocidad de un misil.Sin confusiones,dudas o fallos de percepcion,quien lo conducia era el Señor Lucio
Fernandez,mas joven y diabólicamente apuesto.
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Sere su guía asistente al principio,bueno de lo que ustedes entienden por tiempo.Luego usted asumirá EL LEGADO en plenitud.Esta claro ,es su comarca,le pertenece,como así mismo usted pertenece a ella,
aquí no hay tiempo,ya comprenderá solo el fluir de lo eterno.
Al aceptar EL PACTO sabe que no podrá volver a encarnarse,pero a cambio todas estas riquezas son suyas y solo suyas.Por toda la eternidad que usted disfrutara en soledad.
Alicia paso por la fastuosa estancia,similar a un castillo medieval,por un gran ventanal se veían valles de colores increíbles, alucinados de soles,borrachos de estrellas.
Dio una vuelta por la solitaria habitación hasta hallar un objeto conocido,el espejo en forma de luna , el ultimo regalo del Señor Lucio Fernández,por cierto su guía le  comentó que al Señor solía conocérselo como Lucifer,el que lleva la Luz,el Iluminador.
Volvió a mirarse en el familiar espejo que le devolvió su auténtico rostro,repugnantemente distorsionado por la ambición,la mezquindad y el egoísmo.


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