Sola en la multitud.

Sola en la multitud.
Ausente para mi muerte.

sábado, 21 de junio de 2014

Año en llamas.









Una tarde en la que el año cae como si se incendiase,
con el calor asediando los cuerpos húmedos,
con la ceniza de lo que no volverá esparciéndose,
quizá agrisando un rostro como si estuviera triste,
con una perla de sudor deslizándose semejante a una lágrima,
por un dolor que se desvanece,
por otro sueño que se rompe.
O solo sea cansancio de un día caliente y largo,
de una vida tantas veces breve y fría,
olor a abismo solitario y encierro,
al deseo de una noche interminable,
de moverse y danzar por siempre
o caer quieta y callada.

Yo puedo soñar y lo hago,
puedo vivir y lo intento
aunque el dolor me agobie,
queriendo tan solo
que una gota de tu cuerpo caiga en mis manos,
sea fatiga o pena antigua,
llanto o desliz de una risa,
calor o melancolía,
y pueda al fin beberla,hacerla mía,compartirte
mientras la brisa del reposo nos alcanza.

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